29 de noviembre de 2014

Minas de Rodalquilar, la fiebre del oro y la locura del cine

Yacimiento minero de Rodalquilar.
Rodalquilar es una pedanía histórica de la Comarca de Níjar en pleno Parque Natural de Cabo de Gata. Hoy es un pueblo tranquilo y turístico, pero hace más de un siglo, en las últimas décadas del siglo XIX, se originó algo parecido a una fiebre del oro tras descubrirse este metal en una de las minas aledañas. El descubrimiento de oro surgió tras agotarse el plomo y otros metales que se venían extrayendo por la zona desde el siglo XVI.



Anfiteatro cerca del yacimiento.
En 1930 se levantó cerca de Rodalquilar un poblado para dar cobijo a los nuevos mineros venidos de todas partes. Eran años de esplendor, situándose este pueblo a la cabeza de la comarca en demografía. El poblado de San Diego, que así se llamó, se sumió en el abandono tras el cierre de las minas. Aún siguen en pie restos de aquellos edificios, almacenes, laboratorios... que se pueden ver al lado de la carretera que nos lleva a Rodalquilar.

Minas de oro de Rodalquilar.
Tolvas.

En 1960, con el nuevo régimen aperturista de la dictadura y la consiguiente industrialización llevaron consigo la mano de obra. Unido a un costoso mecanismo de extracción del metal y la retirada del capital privado supuso que la minería en Almería decayera hasta el punto de cerrar prácticamente todas las minas. Las minas de oro de Rodalquilar cerraron oficialmente sus puertas en 1990 pero su producción era escasa o nula desde décadas atrás.

Edificio donde se cribaban los minerales.


Sobre las cenizas del oro se encendió la llama del cine, que aprovecharon las instalaciones mineras para grabar todo tipo de películas desde spaguetti western como "Agáchate , maldito" o "Una razón para vivir y otra para morir" hasta otras producciones más modernas.  Algunos títulos importantes fueron "Los guerreros del sol" del director Alan Johnson. "Indiana Jones y la última cruzada" dirigida por Steven Spielberg y protagonizada por Harrison Ford. De la película "El misterio de Wells" se rodaron escenas en los tanques(balsas) donde se lavaba el oro, estos tanques simulaban una ciudad de la Edad Media y la panta Denver era el castillo. Es una pena que se perdieran esos decorados tan fantásticos.


La Maravilla:

Para visitar esta joya de oro de la provincia es aconsejable dejar el vehículo en la explanada de la Iglesia y el jardín botánico y pasear por el yacimiento minero. Lo primero que veremos será el nuevo anfiteatro a un lado y las grandes balsas al otro. Adentrándonos observaremos los esqueletos de los edificios en semi-ruina pero aún fuertes y vigorosos. Las tolvas se sitúan en lo más alto y transportaban el metal mediante cribas hasta los molinos donde se molía. El mineral llegaba hasta los dos primeros tanques y allí se sometía a reacciones químicas, más tarde pasaba por los siguientes cuatro grandes tanques donde se lavaba el oro para seguir con un proceso largo y costoso.

Tolvas y molinos en la parte de arriba de la mina y los seis grandes tanques abajo.
Cualquier almeriense o visitante puede padecer su propia fiebre del oro o recrear escenas de sus películas favoritas. Tal fácil como acercarse a estas instalaciones abandonadas. Aquí el silencio es ensordecedor. Los colores cobrizos del coto minero se mezclan con el rosicler que deja el sol cuando se va, levantando la falda a la luna.

Atardecer desde las Minas de Rodalquilar.

27 de noviembre de 2014

Alboloduy, el valle encantado del río Nacimiento

Ermita de las Ánimas de Alboloduy.
El río Nacimiento se pasea a orillas de Alboloduy sin perder detalle de todo lo que ofrece, la araucaria centenaria, la fuente lavadero, la Iglesia de San Juan Bautista, el Peñón del Moro, la Ermita de las Ánimas... todo queda expuesto al agua del río que en su día se llamó, precisamente, río Alboloduy.

El pasado, presente y futuro del municipio está ligado al del resto de pueblos de la comarca, y especialmente unido a sus vecinos Santa Cruz de Marchena , Alsodux y Alhabia  siendo el valle de Alboloduy el que culmina una carretera de ensueño a 36 kilómetros de Almería.

Puente peatonal sobre el río Nacimiento. Justo enfrente la Iglesia y Araucaria centenaria.







Fuente de los Siete Caños.




 Nos sumergimos en su casco histórico
 plagado de rincones por conocer y
 disfrutar. Nuestra primera parada es
 a la sombra de la Araucaria del siglo
 XIX, un árbol centenario plantado
 a espaldas de la Iglesia mudéjar con
 rasgos neoclásicos dedicada a
 San Juan Bautista, aunque el patrón
 del pueblo es San Roque.

 A San Roque lo encontraremos en la fuente
 de los siete caños de origen medieval, junto
 a la balsa siempre rebosante de agua
 y el lavadero que a tantas mujeres
 trabajadoras habrá visto frotar en sus pilas.


Peñón del Moro y Torre Nazarí.


Subimos a lo más alto del pueblo y llegamos
hasta el Peñón del Moro. En su base,
sobrevive una torre nazarí del antiguo
castillejo de Al-Baladun "la patria".

Nos acordamos de que Alboloduy es parte
de la Alpujarra cuando pasamos por el
"Callejón de los perros". Se trata de
un pasadizo bajo una casa de dos plantas,
con paredes de mampostería y techo de
cañizo, un elemento tradicional de la
arquitectura alpujarreña. Este pasillo servía
para comunicar a los vecinos de una parte y
otra del pueblo sin necesidad de dar un rodeo.



Balsica de Salobre.
Paseando por los alrededores de Alboloduy podemos encontrar importantes yacimientos arqueológicos y paraísos naturales como la Rambla de los Yesos que confluye con el río Nacimiento a escasos metros del centro urbano o la Balsica de Salobre, seca durante la mayor parte del año pero muy aconsejable visitarla, con unas aguas medicinales y una gama de azules indescriptibles.


Alboloduy posee junto a Gérgal la tranquila pedanía de las Alcubillas Altas y en propiedad absoluta la pedanía abandonada de las Alcubillas Bajas. Ellas son el límite del municipio y abren las puertas del Desierto de Tabernas.

Alboloduy desde la carretera que culmina aquí, tras pasar por Alhabia, Alsodux y Santa Cruz.

La Maravilla:

Torre del Reloj de Alboloduy.
La Torre del Reloj se yergue dominante e imperiosa sobre la silueta blanca de una ladera escarpada.

El reloj de la torre del reloj, valga la redundancia, fue obra del afamado relojero leonés Antonio Canseco, el mismo que diseñó el reloj más conocido de España, el de la Puerta del Sol de Madrid.

Las calles de Alboloduy son, posiblemente, las que más elementos artísticos y arquitectónicos poseen de todos los pueblos de la provincia. Pero, sin duda alguna, la torre del reloj es el orgullo de los alboduyenses, como así lo demuestra su presencia en el escudo y la bandera del municipio.

Torre del Reloj desde la Plaza de San Juan.

26 de noviembre de 2014

Escuela, arte e historia

Fachada de la Escuela de Artes de Almería.
El edificio clásico en el que se encuentra la Escuela de Artes de Almería está declarado Bien de Interés Cultural. Dentro de sus paredes se imparte Bachillerato en modalidad artística, ciclos formativos y estudios superiores. A este centro de enseñanza le fueron otorgados los premios por su labor educativa en 2010 y a la libertad de expresión en 2012.

La Escuela abre sus puertas a las ocho de la mañana y se mantienen abiertas durante todo el día para que los visitantes puedan disfrutar de su interior ya que también ejerce de museo en un entorno único.


Placa conmemorativa de 1904.
En el antiguo claustro, hoy utilizado como patio interior podemos encontrar exposiciones temporales de pintura, fotografía, modelaje, vestuario, etc. Creadas tanto por autores almerienses como por alumnos de la propia escuela.

En su momento llegó a ser la máxima institución educativa de la ciudad y es que este edificio ha visto pasar siglos de la historia de Almería. En el recibidor unas placas conmemorativas de las visitas de Alfonso XIII o Juan Carlos I nos invitan a subir por la escalinata divida en dos tramos.
Escalón roto tras un rodaje.
Aula - Taller.
Como anécdota, el escalón roto durante el rodaje de la película Indiana Jones y la última cruzada, al intentar introducir un coche dentro del patio. Por aquí también pasaron las cámaras de la gran pantalla para alguna escena de la película "Patton".

El edificio consta de tres plantas, aunque se rumorea que existen unas escaleras que llevan al sótano, al cual no se puede acceder si no eres personal autorizado. En la primera planta, encontramos conserjería. En la segunda planta recorremos sus pasillos rodeando el patio, donde nos ofrecen descanso sus bancos antiquísimos. Grandes puertas de madera abren paso a Dirección, Secretaría o la Sala de profesores. Nos asomamos a esta última y pedimos permiso para entrar. Allí dentro encontramos multitud de artefactos y restos de antigüedades.

En la tercera planta, construida más tarde que el resto del edificio se encuentra el aula de Literatura, dónde Choni te conmueve con la poesía y el teatro, haciéndote partícipe y recreando lo que vivían los autores en su época al elaborar sus obras.

Aula de la Escuela.
Existen dos salas que se usan para Dibujo, pero cada una de ellas es diferente. En una de ellas te sumerges en un mar de texturas en libertad, aprendes a pulir tu expresión mediante diferentes técnicas, conociendo como trabajaban los artistas. En la otra sala se aprende a plasmar la realidad, analizando el dibujo.

Aquí te das cuenta de que se trata de una escuela ecléctica. Con un aprendizaje global, donde cada cosa va conectada la una con la otra, las matemáticas para percibir el dibujo de manera especial. La Literatura y la Historia para introducirte en el interior del artista y aprender a interpretar y representar con tu personalidad cada una de tus obras.

Podríamos decir que se trata de una "I.L.E", una escuela libre donde cada uno de los alumnos sale no solo con un conocimiento adquirido, sino con gran apego hacia sus aulas. Aquí los profesores te enseñan a ser una persona y a desarrollar tus capacidades, o a reflexionar mediante la filosofía de Jorge Bucai.

Extractos de algunas escenas de Indiana Jones rodadas en la Escuela de Artes.
La Maravilla:

Candelabro colgante.
Decidimos acceder por fin al patio interior. Para ello volvemos de nuevo a la escalinata principal del edificio y observamos un gran candelabro colgante que antes se nos escapó. En él se puede leer el antiguo nombre de la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos,

Aquí se respira a intelectualidad, será tal vez la esencia de los versos de Federico García Lorca que por aquí pasó.

Patio interior de la Escuela de Artes.
Fecha de remodelación del claustro 1728.
En esta parte del centro se encuentran los talleres de modelaje, que sorprenden con sus creaciones a lo largo del año por los pasillos de la escuela. A su vez, el taller de cerámica impregna de olor a arcilla cocida las paredes del edificio cuando sacan sus hornos al patio una vez al año. El taller de madera aporta innovación y creatividad al centro. En la biblioteca se observan puertas sin retorno que pudieron ser utilizadas por las monjas de clausura para comunicarse con la Iglesia de al lado.

Palmeras del patio interior de la Escuela
Ya al aire libre tropezamos con esculturas clásicas, maquetas de trenes antiguos o exposiciones temporales. Toda esta tesitura mágica va acompañada en todo momento por el sonido del agua de la fuente y el frescor que aporta en los días cálidos.

El antiguo claustro del convento de Santo Domingo fue reformado en el siglo XVIII, podemos observar el número 1728 tallado en un arco, debajo de una de las gárgolas.

Aunque nos encontramos en pleno centro de Almería aquí reina el silencio. Desde el patio interior vemos mejor lo altas que son las palmeras y pensamos cuantas personas las habrán visto crecer.

El jardín mimado por el personal da muestra que los empleados trabajan en su segunda casa. Nos vamos con buen sabor de boca y con nostalgia del sonido que hacían algunas losas sueltas, al pisarlas.
Paredes engalanadas con obras artísticas de autores locales.

25 de noviembre de 2014

Padules, esculpido por el Andarax

Iglesia de Santa María La Mayor.
Padules se encuentra enclavado entre la Sierra de Gádor y Sierra Nevada, encima de una colina en el margen izquierdo del río Andarax. Por aquí el cauce fluye con abundante agua durante todo el año y es el protagonista absoluto en la vida de los padulenses, historicamente agricultores en su mayoría. No solo ha servido para regar la extensa vega plagada de parras y darle vida a la numerosa vegetación autóctona. También ha sido el encargado de esculpir el pueblo durante un proceso milenario y de darle una forma bonita, única y llamativa.

Y si de agua y de Padules hablamos, nos viene automáticamente a la cabeza la imagen de Las Canales, un lugar mágico como pocos con sus balsas y cascadas naturales del río Andarax a su paso por este municipio. A este sitio encantador le dedicaremos en este blog una entrada exclusiva en un futuro, para poder reflejarlo más detallada y detenidamente. 
Entrada al municipio por la carretera Benahadux - Lanjarón.
Recreación histórica en Padules.
Administrativamente está dentro de la Mancomunidad del Alto Andarax, por lo que comparte clima, cultura y tradiciones con el resto de los municipios de la comarca.

A todo esto, no podemos olvidar que Padules es un pueblo alpujarreño en todos los aspectos. Fisicamente por su silueta blanca y sus calles estrechas y empedradas e históricamente por haber compartido los procesos históricos que acontecieron en Las Alpujarras con las rebeliones moriscas y sus posteriores pacificaciones.

Para recordar estos hitos históricos Padules atrae cada año a organizaciones y asociaciones de recreaciones históricas. Y es que el pueblo tiene la historia y el buen tiempo que se requieren para celebrar estos eventos. El primer fin de semana de noviembre se realizó la Recreación de los ejércitos de los Austrias en Padulesuna ocasión ideal para disfrutar de historia viva en familia.

Ermita de los Tres Pueblos Padules Almócita Beires
Padules comparte junto a Beires y Almócita la Ermita de los Tres Pueblosdedicada a la Virgen de los Desamparados. Pertenece a los tres municipios tras llegar a un acuerdo en común al hallarse en un cerro situado en la frontera de ambos.

Hoy en día, no pasa por sus mejores momentos ya que se encuentra en un estado de casi abandono, pero siglos de esplendor la contemplan. Su visita es obligada para los amantes de la arquitectura sacra y el arte mudéjar.

Entrada sugerente al centro urbano de Padules.
Los vinos de Padules son conocidos, y sus bodegas se consagran cada año más. Será, en buena medida, gracias a sus aguas. Por el municipio se esparcen numerosas fuentes como la del Martillo, con una balsa y lavadero anexos. Por el camino que conduce a Almócita encontramos otra fuente, llamada fuentecica de Las Cubanas, dispone de un caño para calmar la sed. Aquí el agua no se agota porque Padules está hecha de agua como el fruto jugoso que dan sus vides.

De la famosa uva de Almería que inundaba los bancales aterrazados de Padules ya queda poco. Tras su extracción quedó un vacío en esta rica tierra que se vuelve a aprovechar para criar una uva valorada y con identidad propia.
Parajes barrancosos y semidesérticos junto a Las Canales de Padules.

La Maravilla:

Fuente e Iglesia de Padules.
El casco histórico de la Villa de Padules seduce al viajero que no tiene otra opción que pararse a echar un vistazo. La Iglesia mudéjar de Santa María La Mayor preside la plaza. Se erigió en el siglo XVI y, tras ser quemada por los moriscos y rehabilitada posteriormente, ha sobrevivido a nuestros días de una manera envidiable.

Esta zona del pueblo, con la fuente cascada y la casa consistorial es la zona de recreo y ocio de los vecinos y parada obligatoria para el viajero, pudiendo disfrutar de su variedad gastronómica en los bares y restaurantes que llenan de olor y de color este pueblo blanco.

Fuente de Padules.
Los colores ocres y arcillosos que presentan, tanto la iglesia, como la fuente que baja con su cascada desbordante de agua, generan una mezcla envidiable de cromatismos y matices con el resto de edificaciones del centro urbano de viviendas encaladas y macetas cargadas de flores colgando de sus balcones.

La panorámica que nos regala Padules al salir es un juego de tétrix donde las casas son piezas que caen del cielo y se van colocando en el lugar correcto. El juego lo culmina la esbelta iglesia coronando la imagen con la Sierra de Gádor al fondo.
Panorámica del casco histórico de Padules, con su bella silueta blanca, vigilando el curso del río.

24 de noviembre de 2014

La Rambla de los Yesos de Alboloduy

Sendero al margen de nuestra ruta.

La rambla de los Yesos conecta con el Río Nacimiento a escasos metros del casco urbano de Alboloduy. Debido a la escasez de lluvias y la aridez de sus tierras se engloba dentro del paraje subdesértico de Almería.


En esta divertida ruta que proponemos a participar a todo el mundo partiremos rambla arriba desde el Río Nacimiento entre cortijadas y árboles cítricos. De momento comenzarán a ponerse cada vez más verticales las paredes del cauce seco. Las cavidades que ha ido erosionando el agua a su paso durante siglos las aprovechan los pastores locales para guardar sus rebaños.

Inicio de nuestra ruta. A la izquierda se observan las cavidades en la roca.
Una mancha verde comienza a hacerse más grande. En cuanto nos vamos acercando comprobamos que se trata del área recreativa del Salto del Caballo. Esa mancha verde se convierte en una manta que va cubriendo la sierra hasta donde alcanza nuestra vista.

Área recreativa Salto del Caballo.







El camino es muy entretenido y divertido durante todo el trayecto. De repente el cauce seco se estrecha y quedamos envueltos entre paredes escarpadas.

La Rambla de los Yesos de Alboloduy.
A través de un proceso lento y meticuloso de la naturaleza se forman coladas de tierra con forma de estalactitas en las paredes verticales de la rambla.

Coladas de tierra en las paredes de la rambla.
La Maravilla:


Formas peculiares tras la erosión.
No hace falta ser senderista ni tener una forma física envidiable. Con un calzado adecuado, un poco de agua y muchas ganas de conocer esta maravilla de Alboloduy será más que suficiente.

Nuestra ruta por los alrededores de Alboloduy finaliza en un lugar que posee un hechizo mágico y nos deja embrujados. Los lugareños lo conocen como la Chimenea de las Hadas. Este accidente geológico consiste en una columna compuesta de arenas sedimentarias con una roca pesada en la cima que protege la columna de los efectos de la erosión. Hemos intentado describir este sitio científicamente porque palabras normales no teníamos para resumir esta experiencia.

Chimenea de las Hadas en la Rambla de los Yesos de Alboloduy.

22 de noviembre de 2014

Alhabia, el jardín donde confluyen los ríos Nacimiento y Andarax

Arco de la Plaza de la Iglesia.
Con la fuerza de dos ríos que se cruzan emerge la figura del pueblo de Alhabia. La bella silueta de la Iglesia de San Juan Bautista se alza sobre los márgenes del río Nacimiento y el río Andarax.

En este alegre pueblo de tradición alfarera no encontrarás ninguna calle repetida ni parecida. Cada una de ellas guarda la esencia de los vecinos que se encargan de pintar sus fachadas con motivos decorativos distintos en cada una de las casas. Algunas son de piedra, otras pintadas con colores clásicos, e incluso alguno se atreve a pintar su casa de colores como verde menta.

        
Casa de la Mezquita.
Este pueblo nos abre las puertas del Parque Natural de Sierra Nevada a tan sólo 25 kilómetros de Almería capital. Una casa de estilo neoárabe del siglo XIX conocida como Casa de la Mezquita nos da la bienvenida.

La Iglesia neoclásica de San Juan Bautista es un templo decimonónico y es el verdadero guardían del pueblo. Su esbelta figura siempre está presente en las miradas de los viajeros que por aquí pasan siguiendo el camino mozárabe hacia Santiago.
Iglesia de San Juan Bautista de Alhabia. Al fondo los agricultores queman rastrojos.
Monumento a la mujer del farmacéutico.

En el monumento a la mujer del farmacéutico rural de España se respira elegancia. Esta estatua protegida por un portón de hierro representa a la persona de Carolina Yedra y Rittwagen. El actual farmacéutico de Alhabia es el bisnieto de la protagonista esculpida. Seis columnas y multitud de rosales rodean y abrazan la estatua.
Panorámica de Alhabia.
La Maravilla:

Paseando en una agradable mañana dominical llegamos al barrio de las casas cueva. Allí tropezamos de bruces con una grata sorpresa, una antigua era reformada que nos regala las mejores vistas del pueblo.
Casas cueva de Alhabia engalanadas de flores.
Chimenea de una casa cueva.
La era está construida encima de las cuevas y no es raro ver salir el humo de alguna de las chimeneas que la rodean. Si alguien con espíritu de desoyinador quiere recrear la famosa escena de la película Mary Poppins, el barrio de las casas cueva de Alhabia es el sitio que buscaba.

La era sobre las casas cueva nos regala la mejor estampa de Alhabia.
Ya salimos de Alhabia a contracorriente del río Nacimiento y nos dan las gracias por la visita las flores de la cerámica. La siguiente parada obligatoria está a escasos kilómetros y no debes perdértela; Alsodux
Motivos decorativos en los muros de la cerámica de Alhabia.