11 de noviembre de 2014

Huebro, el manantial donde brota el agua de Níjar

Para llegar a Huebro cruzaremos el centro urbano de Níjar hasta llegar al valle. La subida de cuatro kilómetros hasta el pueblo nos ofrece inmejorables vistas de los viejos cortijos restaurados con sus eras de trillado e incluso algunos caballos sueltos por las fincas. Ya vamos llegando a Huebro y la imagen del valle es más sobrecogedora aún, con espectaculares vistas de la comarca de Níjar y la Sierra de Gata al fondo.

Huebro y al fondo la huerta de Níjar y la Sierra de Gata
Árbol centenario
Huebro nos acoge con sus blancas casas y sus patios repletos de flores, entre tanto blanco destaca el campanario de la Iglesia. El pueblo es tan pequeño y tan bonito que siempre tiene más visitantes que residentes.
Inscripción en una roca 
Los pocos habitantes del pueblo más alto de la comarca, tan sólo un par de decenas, tienen su pueblo muy mimado con sus fachadas blancas y sus maceteros llenos de flores
Aquí se respira amor a la naturaleza, las calles llevan nombre de árboles "Calle Nogal", "Calle Peral"... y amor hacia el propio pueblo "Viva Huebro", podremos leer en lo alto de un peñisco.

Iglesia de Huebro
Huebro tiene un gran pasado, de hecho es el pueblo más antiguo de la comarca de Níjar y llegó a tener un castillo del que sólo quedan sus ruinas.

La Iglesia de Huebro cobija en su interior una imagen de la Virgen del Rosario, esta imagen es la replica de la anterior talla de la Virgen del Rosario, encontrada por un pastor en los alrededores del pueblo. La talla original fue quemada en la Guerra Civil.

El primer fin de semana de Octubre los devotos de la Virgen del Rosario acuden en romería conservando una tradición centenaria.

Vista general de Huebro

La Maravilla:


Balsa del manantial de La Zanja
Al ser un pueblo tan chico hace que todo quede más concentrado en poco espacio. Después de asomarnos al mirador de la Plaza de la Iglesia y de cobijarnos a la sombra de un árbol centenario llegamos al manantial de La Zanja.


De un gran caño llenan en garrafas el agua para beber los habitantes del pueblo. También ha saciado la sed de más de un viajero.


Lavadero de Huebro




El agua de esta fuente se recoge en una gran balsa y no sólo abastace a las huertas aledañas, sino que incluso riega a las de Níjar. 

El agua cae a la balsa en grandes chorros creando unas ondas que te obnubilan y embelesan.

Al lado se encuentra el viejo lavadero público, bien cuidado cubierto de un techo de cañizo. 
Manantial de La Zanja y la Iglesia de la Virgen del Rosario al fondo

1 comentario:

  1. AQUÍ NOS HEMOS BAÑADO, AL AMANECER, EN LAS FIESTAS DE LA VIRGEN DEL ROSARIO...¡¡INOLVIDABLE..!!

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