La casa Rapallo Campos, el hogar de las mariposas

Cúpula del edificio.

Durante muchos años el edificio Rapallo-Campos pasó inadvertido por los turistas e incluso por los ciudadanos de Almería, debido a su abandono y mal estado. Hasta que en el año 2010 fue rehabilitado por Cajamar, que lo adquirió en propiedad.

Esta joya del modernismo, tal vez el edificio privado más famoso de la capital, se construyó a principios del siglo XX. Y fue, por muchos años, el inmueble más alto de Almería. Se encuentra en el centro neurálgico de la ciudad, dominando con su belleza la Puerta de Purchena.

De su fachada destaca la sobrecarga de ornamentos modernistas. Sus barandillas de forja con motivos florales le dan un toque único y especial. La iluminación por la noche es fantástica, resalta cada rasgo arquitectónico, incluidas las mariposas.

Escaleras del edificio.

Estos insectos de color rojo fueron un regalo a la señora Campos, ya que le encantaban, de parte de su marido.

Ya en su interior, además de numerosas oficinas, posee un salón de reuniones con capacidad para casi 300 personas. 

Algunas zonas del suelo mantienen las losas originales, de principios del siglo XX.

También, una colosal escalera de madera nos transporta desde la planta baja hasta la planta cuarta.   Una vez ahí, sólo el castillete con las mariposas queda por encima de nosotros.

Casa de las Mariposas.

La Maravilla

Castillete.

Desde el castillete, en la parte más alta de la casa, el señor Rapallo veía como los barcos atracaban en el puerto de Almería, algo que amaba por su pasado de navegante.

Con el ascenso demográfico de la ciudad y la elevación de los edificios ya no puede verse el mar desde la terraza, pero si contemplar unas maravillosas vistas del Paseo de Almería, o el campanario de la Catedral mientras vas volando entre mariposas.

Mariposa.